-
el capitalismo luce el nombre artístico de
economía de mercado;
-
el imprerialismo se llama globalización;
-
las víctimas del imperialismo se llaman
países en vías de desarrollo, que es como llamar niños a los
enanos;
-
el oportunismo se llama pragmatismo;
-
la traición se llama realismo;
-
los pobres se llaman carentes, o
carenciados, o personas de escasos recursos;
-
la expulsión de los niños pobres por el
sistema educativo se conoce bajo el nombre de deserción escolar;
-
el derecho del patrón a despedir obreros sin
indemnización ni explicación se llama flexibilización del mercado
laboral;
-
el lenguaje oficial reconoce los derechos de
las mujeres, entre los derechos de las minorías, como sí la mitad
masculina de la humanidad fuera la mayoría;
-
en lugar de dictadura, se dice proceso;
-
las torturas se llaman, apremios ilegales,
o también presiones físicas y psicológicas;
-
cuando los ladrones son de buena familia, no
son ladrones sino cleptómanos;
-
el saqueo de lo fondos públicos por los
políticos corruptos responde al nombre de enriquecimiento ilícito;
-
se llaman accidentes los crímenes que
cometen los automóviles;
-
para decir ciegos, se dice no videntes;
-
un negro es un hombre de color;
-
donde dice larga y penosa enfermedad,
debe leerse cáncer o sida;
-
repentina dolencia significa infarto;
-
nunca se dice muerte sino desaparición
física;
-
tampoco son muertos los seres humanos
aniquilados en las operaciones militares: los muertos en batalla son
bajas, y los civiles que se la ligan sin comerla ni beberla, son
daños colaterales;
-
en 1995, cuando las explosiones nucleares de
Francia en el pacífico sur, el embajador francés en Nueva Zelanda
declaró "No me gusta la palabra bomba. No son bombas. Son artefactos
que explotan;
-
se llaman Convivir, algunas de las
bandas que asesinan gente en Colombia, a la sombra de la protección
militar;
-
Dignidad era el nombre de uno de los
campos de concentración de la dictadura militar chilena y Libertad
la mayor cárcel de la dictadura uruguaya;
-
se llama Paz y Justicia el grupo
paramilitar que, en 1997, acribilló por la espalda a cuarenta y
cinco campesinos, casi todos mujeres y niños, mientras rezaban en una
iglesia del pueblo de Acteal, en Chiapas.