La educación se muestra en constante
cambio, adecuándose a un mundo que
avanza tecnológicamente a ritmo cada vez
más vertiginoso.
El desarrollo de las computadoras
personales y de Internet, significaron y
significan una fuente importante de
recursos.
Lejos estaban estas tecnologías, de
llevar una intencionalidad pedagógica.
Su irrupción, es consecuencia de la
expansión de empresas como Microsoft,
Mac, etc. que consideraron este medio,
rentable para sus negocios.
Hoy, la tendencia de equipar
gradualmente con tecnología los
distintos colegios, sitúa a los
profesores y maestros ante nuevos
desafíos. Por un lado, deben desarrollar
las capacidades que les permitan
utilizarlas; por otro, deben pensar y
elaborar estrategias, en le que su uso
cobre sentido pedagógicamente.
Sabemos que la capacitación en
informática, resulta costosa, sobre todo
por el tiempo que el estudiante debe
destinar a la misma. Por otro lado, los
equipos y acceso a Internet, tienen un
costo elevado, que no todos los
profesores están en condiciones de
financiar. Aquí, los docentes, deberían
contar con Políticas de Estado, que
asuman el compromiso de informatizar a
los docentes.
Desde el punto de vista pedagógico, los
docentes, deberán modificar la
planificación de sus clases, con un
criterio integrador que las nuevas
tecnologías posibilitan y por sobre
todas las cosas, aprender a convivir con
la incertidumbre que genera, el no tener
todas las respuestas, valorar procesos
en lugar de resultados y posibilitar a
alumno distintos espacios de trabajo
(presencial, individual, a distancia,
grupal, a través de foros de discusión,
etc.)
La autoridad docente y su
reconocimiento, se encontrarán ligados a
su capacidad de orientar a los alumnos
en su camino a la autodidaxia.
La incorporación de tecnologías en el
aula, cambia roles y ritos, ya no más
docentes solitarios, horarios mosaico,
grupos de alumnos organizados por
edades, búsqueda de homogeneización,
etc. Surgirán las tutorías virtuales,
los foros pedagógicos, trabajos grupales
a través del chat.
Es importante saber aprovechar las
enormes posibilidades que brindan las
Tecnologías de la Información y
Comunicación -los recursos multimedia,
Internet, etc.- no ya para alfabetizar
digitalmente a nuestros alumnos, sino
para incorporarlas como herramienta
eficaz para facilitar los procesos de
aprendizaje.
Profs.
Mirta Rodríguez – Viviana Benítez
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