Entre líneas y palabras:
1 )
En tu sito de Internet
dedicas una página al “Había una vez”
entre otras cosas decís “Desde siempre
estas palabras han producido el efecto de un
sortilegio sobre mí. Su sonido abre una
puerta, directo a mi imaginación. Luego,
sólo resta la aventura de internarse en un
mundo incomparable, con la certeza de que ya
nada volverá a ser igual.”
¿Nos podrías contar cómo y quién fue el
encargado de desatar el sortilegio de la
Literatura en vos?
Elena, mi madre. Y no solamente me introdujo
en el mundo de la literatura sino también en
el de la música. A los cuatro años me envió
a aprender inglés y por ese camino llegaron
como viajeros inesperados, el “nonsense”,
los “limericks” y las “nursery rhymes”; es
decir, la inconmensurable dimensión del
absurdo y una impronta de libertad, humor y
desparpajo que nunca han dejado de
acompañarme.
Y luego, me crié en un hogar donde la
biblioteca estuvo siempre más y mejor
surtida que el guardarropas y donde Tolstoi,
Stendhal, Shakespeare, Flaubert y las Bronté,
entre otros, me fueron descubriendo su
visión tan particular del mundo en la medida
de mis necesidades.
2)
¿Qué libros o autores eran los preferidos en
tu infancia?
De muy niña, los cuentos clásicos; una vida
de Juana de Arco que me resultaba llena de
espiritualidad e inspiradora y que sobre
todo me deslumbraba con sus puentes, sus
castillos y sus personajes rebatibles y una
Historia Sagrada que recuerdo como mi primer
libro de terror por la crudeza de los
relatos y las sombrías ilustraciones que
contenía.
Después llegaron, Mark Twain, Stevenson,
Dumas, la Baronesa d’Orczy, Delly, Edgar
Wallace y su inefable Mr. Reeder, Agatha
Christie, Oscar Wilde y subversivamente,
Corín Tellado de quien me fascinaba el
manejo de un erotismo reiterado al infinito.
Todo un entramado de palabras que llegó a
transformarse en un elemento vital como el
agua o el aire y que sostiene el andamiaje
de mi existencia, ordenándola. Cada destino,
cada historia me devuelven con su impulso
inagotable el sentido de una humanidad
compartida en su fuerza y en su desamparo.
3)
¿Cómo comenzaste a escribir?
Comencé de grande y cuando frente a un hecho
muy importante en mi vida surgió la
escritura, de improviso, como un medio para
exorcizar aquello que estaba sacudiendo los
cimientos de mi condición de mujer
impiadosamente. Entonces nacieron mis libros
de poesías, con la fuerza de una pasión
recién descubierta.
De allí en más nunca paré y como ya lo
dijera en respuesta a otra pregunta fui
pasando por distintos géneros hasta recalar
en la novela como destino, creo que final.
Aunque nunca se sabe.
Lo que en un principio fuera puro
sentimiento se ha convertido ahora en
necesidad. De aquella primera etapa, la de
la poesía, a la que sólo he vuelto en mis
creaciones para niños, rescato el estado de
mediumnidad propio del poeta. Entre el mundo
de los arquetipos, el mito y los orígenes y
la realidad que lo circunda. Sentirse a la
vez, cuerpo y esencia, efímero y eterno,
pequeño e infinito son estados únicos de la
poesía. Ese aliento que derraman los dioses
sobre la existencia para infundirle la
inmortalidad que le es propia.
4)
A veces, la vida nos hace resignar algunas
cosas en beneficio de otras ¿Sentís que
tuviste de dejar algo para dedicarte a la
literatura?
Para nada. Al contrario, creo que no le
dedico todo el tiempo que desearía a la
literatura. De todos modos jamás sería de
esas personas que tienen un horario fijo
para escribir como si trabajaran en una
oficina. En mi caso escribo cuando siento
que algo pugna por abrirse paso. Entonces
escribir se transforma en un placer
incomparable. Las palabras se suceden unas a
otras rápidas y precisas y las hojas se van
llenado sin esfuerzo. Un párrafo sigue a
otro y cuando un capítulo llega a su fin ya
se anuncia el comienzo del próximo con una
frase de la cual irá surgiendo el resto.
De este modo se va encadenando la historia.
Si este escenario no se cumple será en vano
insistir; es que el relato no está maduro y
sólo estoy tratando de hacerlo nacer antes
de tiempo.
5)
¿Cómo es tu día de trabajo? ¿Seguís ligada a
la docencia?
Mi otra profesión es la de traductora. A
ella sí le dedico horas como parte de una
rutina. Lo extraordinario entonces en mi
vida es la literatura porque llega, irrumpe,
se desborda con su ritmo y sus necesidades y
luego se aquieta en sus propias aguas hasta
que se produce un nuevo intento. La
traducción es metódica, racional, libre de
improvisaciones. La literatura es visceral,
furtiva e impetuosa.
Tampoco desestimo aquella parte de mi día
que dedico a los que me rodean y a las
circunstancias de la vida que en definitiva
constituyen la materia viva de la que se
nutren mis historias. En este sentido es
apasionante ver cómo van surgiendo
recuerdos, sensaciones y sentimientos que se
niegan a abandonarnos y que sólo esperan la
oportunidad para volver a invadirnos con su
presencia. Mi propia infancia y la de mis
hijos, los relatos de mis padres y mis
abuelos todos ellos formando el venero
inagotable en el que abreva una escritura
lista a dar testimonio.
El mundo con sus riquezas y complejidades y
la realidad a la vez fecunda y caótica en la
que se desarrolla la vida de mis nietos
también tienen un lugar de privilegio en mis
ficciones. Amo jugar con ellos, que me
cuenten sus sueños, sus temores. Verlos
vivir, aprender y equivocarse. Amo oírlos
reír, ser cómplice de sus travesuras. En
definitiva amo la vida que ellos viven y la
mía propia por que se revalorizan
mutuamente.
En cuanto a la docencia mi única vinculación
es a través de las visitas a escuelas que no
son tan frecuentes como yo desearía. Entre
los establecimientos destaco aquéllos
dedicados a la enseñanza especial. Es
emocionante la entrega de los alumnos, la
capacidad de asombro intocada por la
superabundancia de estímulos que afecta a
tantos otros escolares. Y la espontaneidad
con la cual rodean sus afectos. He tenido el
privilegio de asistir a varios encuentros de
las características mencionadas y de todos
ellos he salido infinitamente enriquecida
por la experiencia.
6)
Actualmente, ¿cómo te comportas como
lectora? ¿Qué autores o géneros acaparan tu
atención?
Actualmente mi conducta es errática con
respecto a la lectura. Comienzo un libro y
lo abandono porque no encuentro un motivo
para brindarle mi entusiasmo. Y me pasa con
autores consagrados y de los otros. Por años
y años he leído muchísimo, libros de cuentos
y de ciencias, de filosofía, novelas,
poesías y ensayos sin orden y sin método.
Pero ahora siento que el mejor libro que
puedo tener entre las manos, exquisitamente
valioso por su dimensión humana es la vida
misma. Presto más atención a lo que me
rodea, a lo que cada día me trae en las
cosas grandes y pequeñas que a lo que me
ofrece la página escrita. Me gusta ir por el
mundo rescatando los detalles, los seres
anónimos, las batallas que libran.
Escuchando confesiones tan privadas que
apenas reveladas se convierten en aire.
Siento fervor por recorrer los barrios de
Buenos Aires donde la palabra nostalgia se
empecina en las veredas rotas y por los
pueblos olvidados que todavía se dan el lujo
de alojar fantasmas.
De todos modos la literatura es
omnipresente. Está siempre allí, en el
trasfondo de las cosas.
Hay un libro que releo cada tanto y que
recomiendo: La Biblia Envenenada, de Bárbara
Kingsolver porque es una peregrinación donde
se corre el riesgo de perder el alma. Y
luego, El Amante, de Duras que me hechiza
con el sonido de las palabras y el dolor
inevitable de una lucidez rayana en la
locura.
Entre nuestros autores, es Tizón el que más
me esclarece sobre la condición humana. Leer
a Tizón me da la misma impresión que de niña
recibía cuando me embarcaba en un largo
viaje. Poco a poco depongo cualquier tipo de
rebeldía y me voy dejando poseer por lo que
desfila delante de mis ojos hasta que en un
momento dado el paisaje y yo nos fundimos en
una misma carnadura. El milagro de Tizón es
devolver a lo desangelado su propia
trascendencia.
7)
Sabemos que sos miembro fundador de Alija.
Podrías aclararle a nuestros lectores: ¿Qué
es Alija? y ¿Cuáles son las actividades que
se llevan a cabo en esta asociación?
ALIJA es la Asociación de Literatura
Infantil y Juvenil de Argentina Es también
sección nacional del IBBY (International
Board on Books for Young People), una
organización sin fines de lucro que
constituye una red a nivel mundial
comprometida a acercar los libros a los
niños y jóvenes. A su vez, el IBBY otorga
el premio Andersen a la trayectoria de un
autor y un ilustrador y publica su Lista de
Honor integrada por todos aquéllos cuyas
obras son postuladas por las propias
secciones nacionales.
Esta vinculación con el IBBY integra a ALIJA
a las organizaciones y eventos
internacionales más importantes
posibilitando que autores e ilustradores
argentinos reciban promoción y adquieran
trascendencia en el resto del mundo.
En mi caso trabajé en la institución durante
dos períodos en los cuales me desempeñé como
miembro del jurado de la lista de Honor de
ALIJA y miembro del Comité de Selección para
la Lista de Honor del IBBY y también como
corresponsal de Bookbird, una publicación
del IBBY en cuyas páginas encuentran un
lugar los estudiosos y artesanos de la
literatura.
Entre muchas otras cosas que tal vez olvido,
ALIJA también privilegia sus lazos con
instituciones nacionales de promoción del
libro infantil y la lectura. Organiza
cursos, talleres y seminarios, mantiene un
stand en las Ferias del Libro y ofrece sus
publicaciones relacionadas con la materia
que la convoca.
Todo esto se ha hecho y se sigue haciendo
con el enorme esfuerzo de sus comisiones
directivas y el aporte de sus socios que, en
tantos períodos difíciles, políticos y
económicos por los cuales ha atravesado este
país jamás depusieron su entusiasmo.
Por ello creo, que el hecho mismo de su
supervivencia a través del tiempo hace a
ALIJA y a su gente merecedora de los más
cálidos elogios y de todo el apoyo que
podamos brindarles.
8)
¿Cómo imaginas a tus lectores? ¿Tenés
contacto con ellos?
Reflexionemos sobre este punto. Cuando me
siento a escribir no pienso en ellos. Creo
que si lo hiciera actuarían sobre mí con la
fuerza de un condicionamiento, lo cual
implicaría una especie de auto censura. En
todo momento me dejo llevar por el hilo de
la historia. Con claridad se me van
imponiendo las características de los
personajes, sus modos de hablar, de
comportarse, cada uno con su estilo propio.
Y la acción, que encuentra su desarrollo en
la máxima libertad que trato de otorgarle
para que pueda ir contándose a sí misma.
Muchas veces me sorprende una respuesta
inesperada que surge espontánea en el papel
y que me hace emocionar, entristecer o morir
de risa, según las circunstancias.
En este espacio no tiene cabida el lector.
Pero puedo imaginármelo a la espera y al
final de este camino donde inevitablemente
nos reuniremos.
Aún así, se trata de un acto que no pasa de
un mero juego intelectual. Es el impulso del
artificio en sí el que me absorbe y me
obliga a ir hacia el hecho literario. Por
eso siempre me sorprenden los encuentros con
mis lectores como un evento renovado de
características inaugurales.
Y luego sí, en cada uno de esos encuentros
me entrego por entero a mi público para
volver a recrear lo que tanto placer nos
diera en solitario, la creación en mi caso,
la lectura, en la de ellos. Después seguimos
con los fenómenos colaterales, anécdotas
donde los sentimientos quedan al descubierto
y las confesiones que siempre están a la
orden del día. Indefectiblemente terminamos
como amigos íntimos que acabamos de
compartir una experiencia y con muchas ganas
de volver a vernos próximamente. Un
verdadero regalo, auténtico, de lujo.
Por lo tanto, en lugar de imaginar a mis
lectores, los disfruto en vivo y en directo.
9)
Escribís literatura infantil y literatura
para adultos. ¿Con cuál te sentís más
cómoda?
Obviamente con la literatura para niños, con
la cual estoy enteramente consustanciada. Mi
intervención en el campo de los adultos se
ha circunscripto solamente a la poesía. De
este modo comenzó mi aproximación a la
literatura como ya lo dijera antes. Con dos
libros, “A contraluz” y El día antes de
cada día”, que recibieron muy buena crítica
en su momento lo que representó un progreso
en mi decisión de continuar dedicándome a
las letras.
De allí pasé a la poesía para niños. Luego
llegaron los cuentos y por último las
novelas, mi género preferido y así, ahora,
cualquier idea que prende en mi cerebro o en
mi corazón ya viene en formato novela. Hace
poco hice una nueva incursión en la
literatura para adultos. Con una serie de
letras de tango. A la vieja usanza en su
mayoría. Tratando de rescatar del olvido
seres entrañables, ángeles tutelares de una
época que merece ser conservada. Con
malvones, esquinas, amores contrariados, su
corte de suicidas y como fondo, el fileteado
de un tema atemporal y único: el
desvalimiento humano.
Entonces creo que en ambas literaturas puedo
volcar lo que de un modo u otro busca ser
escrito porque está implícito en su propia
naturaleza. Pero mis preferencias están del
lado de los niños. Ellos me remiten a un
mundo donde la esperanza es ese día que
recién comienza y la aventura, una fruta
jugosa que pide a gritos ser comida.
10)
¿Qué estímulos te llevan a escribir?
(sonidos, sensaciones, imágenes)
Mis primeras novelas surgieron del deseo de
recopilar de algún modo episodios de nuestra
propia vida familiar cuando mis hijos eran
pequeños. Tengo tres hijos varones y
guardaba recuerdos de sus dichos, juegos y,
travesuras que me resultaban graciosos y
quise compartirlas. El humor es una
constante en mis libros. Lo encuentro tan
gratificante que son pocas las obras en las
cuales no incluyo algún personaje o
situación que provoque risa.
El humor es un recurso genuino contra la
adversidad y el distanciamiento que origina
poniendo a la realidad bajo una óptica
desmitificadora lo vuelve raro y valioso.
Tampoco son extraños en mis libros aquellos
hechos en nuestro país que de una manera u
otra marcaron el destino de sus habitantes.
Desempleo, bancarrota, pobreza y exilios,
todos ellos causas de implosiones en el seno
mismo de las familias también han encontrado
un lugar en mis relatos. Y ya en un plano de
carácter más filosófico he escrito El
Grimallón, publicado en mi página de
Internet, donde por detrás de las aventuras,
los seres y las situaciones por demás
extravagantes, el mal y el bien se enfrentan
en su condena ineluctable de una lucha
eterna.
11)
¿Qué estrategias podría incorporar la
escuela para intensificar la lectura?
Realmente no creo ser una especialista en
esta materia. Sólo querría decir entonces
que cualquier estrategia en este campo
tendrá que surgir de un vivo interés por la
lectura de parte de quien la proponga. Y
sobre todo de una visión del mundo
abarcativa y enriquecedora. Sin un
compromiso real con nuestro destino de “ser
humanos” no habrá cabida para la aventura
genuina que nos propone la literatura.
12)
Todos tenemos un sueño… ¿Tenés ganas de
compartir un poquito de tu sueño con
nosotras?
Afortunadamente para mí muchos de mis sueños
se han transformado en realidad. E
inmediatamente otros han venido a ocupar el
sitio de los sueños cumplidos. El más
importante entre todos tiene que ver con la
familia, luego vienen los de mi profesión.
Vivir a pleno, rodeado de mis afectos,
entendiendo la existencia como un misterio
que, cada día, me dispongo a develar; a
través del amor, la promesa de un
resarcimiento.
Y en cuanto a la escritura no traicionar el
sentido original de las palabras
naturalmente apegadas a la esencia de las
cosas y los seres. Y sobre todo no
traicionar mi propio enamoramiento con el
lenguaje desde que, inocente de historias,
asistiera al deslumbramiento de mi primer
“Había una vez”.
7 CM
:
-Muchas Gracias Cristina !
Mirta Rodríguez- Viviana Elda Benitez
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