Hoy nuestros
calderos han sido invadidos por vuelos de sapos, caminos de hormigas,
dragones, y los pájaros multicolores de toda la selva chaqueña…
L7CM:- ¿En
que momento comenzaste a relacionarte con la literatura?
Gustavo: – Con la escrita muy
grande, recién alrededor de los 9 años. Pero desde muy chico viví un mundo
donde los cuentos y las canciones casi eran parte de la naturaleza. La oralidad sigue siendo para mí algo fundamental en la literatura.
L7CM:- Escribís para chicos y
también para adultos, ¿Qué llegó primero? Y ¿con cuál te sentís más
cómodo?
Gustavo – Durante muchos años
fue solamente para grandes. Los chicos llegaron después. Me siento más
incómodo con lo que estoy escribiendo. Siempre lo más cómodo es lo que no
se hace.
L7CM:- Para muchos escritores,
docentes y especialistas, cuando se habla de literatura infantil, te
ubican como un gran referente en este campo. ¿Esto significa un
condicionante en el momento de escribir?
Gustavo – Nunca me subo al
caballo, y eso que desde chico fui un hombre de a caballo. No, no me lo
tomo en serio aunque haya gente que lo diga.
L7CM:- Sabemos de tu constante
trabajo en la difusión de la lectura y la literatura y de tu participación
en talleres, paneles, ferias, conferencias ¿Qué consideras más efectivo
para acercar libros y lectores?
Gustavo – Poner los libros al
alcance de los chicos. Y que vean que los grandes disfrutan con la
lectura. Y que tengamos un país que no esté hecho para los
privilegiados.
L7CM:- ¿Cómo te comportas como
lector? ¿Cuáles son tus lecturas preferidas.
Gustavo – Soy feliz con un libro
en la mano. Creo que son algunos de los hermosos momentos de la vida.
¿Preferidos? Ahora, en este mismo instante, Rimbaud, Dostroyewski, Borges,
Cortazar, Saramago, César Vallejo, Neruda, Ernesto Cardenal. Dentro de dos
horas seguramente diré otros nombres.
L7CM:- Para crear, ¿necesitas de
un ambiente particular, buscas un lugar determinado o generar un clima
especial?
Gustavo – No. Soy bastante
simple con eso. Creo. Me alcanza con un papel y un lápiz.
L7CM:- ¿Cómo imaginas a tus
lectores? ¿Tenés tiempo de mantener contacto con ellos?
Gustavo – Es difícil imaginarlos
porque no creo que exista un modelo de lector. Creo que hay tantos como
seres humanos. Tengo muchos contactos con el lector infantil.
Especialmente por visitas a escuelas. Siempre me sorprenden.
L7CM:- Sabemos que trabajaste
como director de distintas colecciones de literatura infantil. ¿Qué
criterios suelen emplear las editoriales para decidir que se publica y que
no?
Gustavo – Algunas veces lo que
suponen que tiene calidad artística. Pero cada vez menos. Cada vez de
manera más terminante el criterio es lo que manda el mercado. Y el mercado
–salvo excepciones– siempre manda basura.
L7CM:- ¿Qué consejos le darías a
los nuevos escritores para mantener una relación fluida con las
editoriales?
Gustavo – No me gusta mucho dar
consejos, pero me parece que sería mejor si no fueran tan fluidas. No vaya
a ser que uno se pase del otro lado y comience a obedecer las órdenes.
L7CM:- Tu trayectoria es extensa
y prolongada, en algún momento, ¿te sentiste censurado?
Gustavo – Más de una vez. A
veces con más o menos disimulo, pero la censura es una especie de
constante en lo que hace el que tiene una pizca de poder. Una de las cosas
que siempre tuvo que hacer el escritor es buscar la manera de sortear la
estupidez para poder decir lo que quiere.
L7CM:- Todos tenemos, sueños,
proyectos, inquietudes. ¿Te gustaría compartir alguno de ellos con
nosotras?
Gustavo – Si se animan a
compartir, les cuento que junto con el piojo, el sapo, la pulga, el bicho
colorado y algunos otros que prefieren no tener estado público, queremos
patear el tablero y hacer que el mundo sea para todos.
Para nosotras ha
sido un placer realizar esta entrevista, Gracias Gustavo Roldán
Mirta Rodríguez- Viviana
Elda Benítez
|