7 C M: En tu
trayectoria se observa una intensa actividad docente. En este
momento, ¿de qué manera estás colaborando con la formación
profesional? Y en relación con esto, ¿cuánto tiempo ocupa en tu
vida la escritura? ya que te dedicás a la literatura para niños,
para adultos, a la producción pedagógica...
Beatriz - Trabajo mucho,
porque además de dar clases en Santa Fe, que es la ciudad en la que
vivo, y viajar a Rosario, en donde trabajo en la Maestría en
Literatura para Niños de la Facultad de Humanidades de la
Universidad de Rosario, y por diversos lugares para dar cursos,
escribo libros pedagógicos y didácticos sobre la problemática de la
lectura (tengo cuatro publicados en Homo Sapiens de Rosario y uno,
reciente, en Longseller, que se presenta este año) y a veces, aunque
esporádicamente en los últimos tiempos y cada vez menos, me dedico
al periodismo cultural en “El Litoral” de Santa Fe y, hasta hace
unos años, en “La Capital”, de Rosario. También dirijo una colección
de libros para niños en Homo Sapiens, que se llama “La Flor de la
Canela”. Y en los últimos años viajo bastante, especialmente a
Centroamérica, para participar de Congresos de Educación y dictar
cursos a mediadores institucionales de la lectura de otros, que es
el tema que estoy trabajando en esta última etapa (uno de mis
últimos libros es, justamente, “Cómo elaborar Proyectos
Institucionales de Lectura”) y , en líneas generales, estoy
trabajando a partir de la reflexión sobre cómo opera la lectura
literaria en los procesos de alfabetización; el año pasado trabajé
también en el Ministerio de Educación de la provincia de Santa Fe en
un proyecto sobre la literatura en el Nivel Inicial. No le dedico
entonces a escribir ficción el tiempo que quisiera porque no puedo.
De
todos modos, esta diversificación es en cierto punto aparente,
porque hay zonas de cruce entre lo que escribo: siempre termino
llegando a la literatura, o partiendo de ella, o
circunscribiéndola, ya sea desde la ficción o desde lo que llamaría
muy genéricamente la reflexión pedagógica. Ahora, por ejemplo,
terminé una primera versión de una novela corta; yo llevo una
cátedra de Literatura Latinoamericana en el Profesorado de Lengua y
Literatura para EGB 3 y Polimodal de la Escuela Normal “San Martín”
(trabajo desde hace años en formación docente, también doy clases en
la Escuela de Artes Visuales “Juan Mantovani”, ambas de S. Fe) y en
esta novela de ahora están mis relecturas recientes de Bernal Díaz
del Castillo, de Fray Bartolomé de las Casas, incluso de las cartas
de Cortés y de esas otras series, no sólo literarias, porque en el
testimonio literario de la Conquista y en su tensión, claro, con las
literaturas precolombinas, en esa tensión, decía, está el germen de
toda la literatura posterior, incluso del barroco y del neobarroco,
tan potentes en Hispanoamérica: en Bernal Díaz del Castillo, aunque
no lo parezca, ya está Lezama Lima. A mí preparar mis clases para el
Profesorado me alimenta doblemente: también me dispara la ficción.
No puedo pensar el leer sin el escribir, no puedo pensar la
cátedra sin escritura. Por eso no vivo como oposición mi trabajo de
docente y mi trabajo de escritora.
7 C M : ¿Y qué condiciones
objetivas necesitás para escribir?
Beatriz
: - En relación con las condiciones objetivas, suelo tomar apuntes a
partir de observaciones de la realidad, notas sueltas en libretas o
en los papeles cotidianos: las carpetas de la escuela, por ejemplo.
Cuando puedo, genero un tiempo y escribo en mi casa, siempre en la
computadora, retomando aquellos apuntes, recuperando evocaciones,
relacionando ideas hasta armar la historia y encontrar la voz
narrativa.
7 C M: Sabemos que, hace
muy poco tiempo, una de tus novelas fue premiada en España. Nos
gustaría que nos cuentes algo sobre esa experiencia y, en líneas
generales, qué representan o posibilitan los premios literarios.
Beatriz:
- Los
certámenes literarios (no todos sino algunos de ellos, claro) en
muchos casos son un medio para acceder a la publicación o, al menos
a la publicación en editoriales más grandes que distribuyan mejor
los libros y por lo tanto lleguen a más gente y a más lugares, o a
editoriales más prestigiosas, etc.; en este caso, este premio (“Rejadorada”,
de la editorial Multiversa de Valladolid, con un jurado que presidió
José Jiménez Lozano, que fue Premio Cervantes en el
2002)
podría llegar a ser una puerta de entrada a España, pero no es tan
simple. Yo en México he publicado en una antología en Fondo de
Cultura Económica y un par de libros para Enlace, una editorial de
educación, y eso sin embargo no implica que me haya proyectado en la
literatura mexicana; en todo caso cuando llegan mis libros afuera,
son los que publico aquí, porque ahora Argentina está exportando
mucho, sobre todo a países de Latinoamérica. Volviendo a lo de
España, el año pasado ya había ganado un certamen de cuentos en
Cáceres y fui finalista de algunos otros en Madrid, ahora gané
también en San Sebastián, por lo cual tengo publicados varios
cuentos en antologías, pero ésta es mi primera novela para adultos
(en Argentina tengo publicada una novela para jóvenes en Colihue y
este año se publica una para niños) y, por lo tanto, será mi primera
publicación en España fuera de las antologías.
7 C M : ¿Cuándo
comenzaste a escribir? ¿Qué le recomendarías a un escritor que
recién se inicia?
Beatriz:
- Recuerdo
haber escrito poesía en la infancia y adolescencia (bueno, mi
intención al menos era que fuera poesía aquello que escribía...);
cuando empecé la Facultad de Letras en la Universidad del Litoral, a
los 17 años, dejé de hacerlo. Recién después de los 30 años empecé a
escribir ficción (ahora tengo 44), primero fueron cuentos para
niños, después cuentos para adultos y una novela para jóvenes
(aclaro que esto de separar literatura para niños y para adultos
está dicho sólo formalmente) y poesía; ahora he escrito también, te
decía, novelas para adultos. Felizmente, tengo continuidad de
publicación: el año pasado publiqué libros para niños en Cántaro; de
poesía para adultos en Alción de Córdoba y en Córdoba también, en
Ediciones del Boulevard, un libro de cuentos para adultos que ganó
el Tejeda, que es el Premio Municipal de Córdoba, que ese año
organizó además el diario ”La Voz del Interior” porque era su
centenario. Eso es lo más difícil quizás de vivir en el interior y
tratar de proyectarse en el mapa de la circulación literaria
nacional: tener muchos trabajos, como yo tengo, y tratar de tener
tiempo para escribir, y que a pesar de esas condiciones de algún
modo “precarias” de producción, te llamen de las editoriales para
publicar o acepten el material que enviás, que te puedas ganar algún
concurso interesante, y, en definitiva, poder consolidar eso que se
ha elegido: ser escritor.
En cuanto a las “recomendaciones” para un escritor que recién se
inicia, diré rápidamente que no
hay escritura sin lectura. Y no existen, claro, recetas mágicas para
acercarse a la lectura ya que cada lector construye su propio
recorrido; de todos modos, diré que hay algunas cuestiones generales
para tener en cuenta al iniciar un proceso de formación de lectores,
por ejemplo: estimular la curiosidad, conocer los intereses del
otro, mostrar con la propia práctica que la lectura sirve y también
da placer, e incluso ‘anclar’ la propuesta de lectura en alguna
práctica o consumo cultural previo del lector potencial, sean la
televisión, la narración oral, los fenómenos de mercado con valor
estético, etc., sin legitimar acríticamente esos consumos pero sin
subestimarlos a priori, tampoco. En cuanto a la escritura en sí, se
trata, claro, de un proceso: corregir, corregir, corregir.
7 C M : ¿Qué
género literario te hace sentir más “cómoda” escribiendo?
Beatriz: - Me gusta la
narrativa, en especial el cuento. Cuando me siento a escribir
“tiendo” al cuento para adultos, a pesar de que he escrito tres
novelas, dos libros de poesía y muchos libros de cuentos para niños.
El concepto de género parece estar en crisis; sin embargo, en el
momento de escribir ficción, cada género presenta sus propios
desafíos, sus “ventajas y desventajas”, sus características, su
música.
7 C M : ¿Y cuál es
tu concepción de un cuento?
Beatriz: - Chéjov proponía
esta situación para un cuento: Un hombre va al casino, gana una
fortuna, se suicida. A lo largo de mi vida como lectora, éstos han
sido muchas veces los cuentos que me atraparon: los que rompen la
lógica, los que evidencian un conflicto que no está a la luz, y
también aquellos cuya tensión lleva a leerlos de un tirón, casi
desesperadamente. Al escribirlos, intento que la tensión esté dada
por alguna historia subterránea que se adivine para el lector a
través de los indicios o del clima. Esa estética me conmueve como
lectora y es la que, al menos en esta etapa, pretendo abordar como
autora.
Muchas gracias Beatriz !!!
Profs.Mirta
Rodríguez – Viviana Elda Benítez
|